EL IMPERIO NAPOLEÓNICO:




El 9 de noviembre (18 brumario) de 1799, tras volver victorioso de una campaña en Egipto, Napoleón Bonaparte da un golpe de Estado, con el apoyo popular y del ejército. Se hace con el poder y establece un Consulado, formado por tres miembros: Napoleón (cónsul vitalicio y primer cónsul), el Abate Sièyes y Ducos. Se aprobó una nueva Constitución (1800), más autoritaria y conservadora y se derogó la Declaración de Derechos. Aunque se mantiene la división de poderes, en realidad todo lo controla Napoleón, que se le nombra Emperador en 1804. Se firma un Concordato para restituir el poder a la Iglesia Católica. Se aprueba el Código Civil, muy avanzado para su época, y que favorece a la burguesía: inviolabilidad de la propiedad privada, liberalismo económico, policía secreta…

POLÍTICA EXTERIOR:

Junto con su ministro Talleyrand, Napoleón se enfrenta a otras potencias europeas intentando imponer su sistema político y guiado por su ambición personal. Sus campañas exteriores pasan por tres etapas:

1º) 1793-1797: Francia se enfrenta al resto de Europa (Austria, Gran Bretaña, España, Países Bajos…) y con sus cambios en el sistema de combate: marchas más rápidas, avances bélicos, etc. y la motivación de su ejército, consigue la victoria.
2º) 1798-1802: Francia y Reino Unido se enfrentan con sus respectivos aliados. De nuevo vence Francia, firmándose en 1802 la Paz de Amiens.
3º) 1805-1808: En 1805 Napoleón vence a austriacos y rusos en la batalla de Austerlitz; en 1806 derrota a los prusianos en Jena y a los rusos en Friedland. En 1805 Napoleón es vencido por la flota inglesa en Trafalgar, entre 1808 y 1812 se desarrolla la guerra de independencia española y en 1812 emprenden la campaña de Rusia en la que sufren grandes pérdidas. Su gran derrota se producirá en la batalla de Waterloo contra los ingleses en 1815.