Las Relaciones Internacionales durante el siglo XVIII




Se caracterizan por el equilibrio europeo entre las potencias continentales (Austria, Prusia, Rusia, Francia y España) y el inicio, a finales de siglo, de la hegemonía marítima de Inglaterra. Persiste la importancia de otras potencias intermedias gracias a sus imperios coloniales (Portugal y Holanda). 

 
Francia se enfrenta a una coalición europea encabezada por Austria e Inglaterra, para resolver la sucesión Borbón o Habsburgo a Carlos II de España el Hechizado, muerto sin descendencia en 1700. Aunque el conflicto armado es ganado por los Habsburgo, su pretendiente, el Archiduque Carlos, se ve forzado a renunciar al trono de España al heredar el trono de Austria y del Sacro Imperio. Así, por los tratados de Utrecht y Rastadt Felipe V de Borbón obtiene el trono de España, con las colonias americanas; Prusia el estatus de reino; Austria, los territorios españoles en Flandes e Italia; Inglaterra, Gibraltar, Menorca y privilegios comerciales en América (se asienta como gran potencia). Entre Francia y España comienzan a funcionar los Pactos de Familia.


Gran Guerra del Norte (1700-1721): 

Es una serie de conflictos por la supremacía en el mar Báltico, en el que se enfrentan principalmente Suecia y Rusia. 

Hasta el momento, el Imperio Sueco había controlado buena parte de los territorios del mar Báltico, pero desde la llegada al trono del zar Pedro I, Rusia comienza a presionar e invadir territorios suecos. 

Tras hacerse con el control del país, Carlos XII ataca en respuesta a Rusia. En un primer momento sale victorioso, pero es derrotado decisivamente en Poltava (1709). 

Suecia, agotada por el conflicto, capitula en 1721, y cede a Rusia Livonia y Estonia, entre otros. Suecia pierde su relevancia como potencia europea en el Báltico, y cede el testigo a Rusia, que emerge entonces como superpotencia. Comienza la decadencia de Polonia.


Guerra de sucesión de Polonia (1733-1735):

Con el descrédito de la débil monarquía electiva de Polonia, a la muerte de Augusto II de Polonia, las potencias europeas proponen varios candidatos al trono. 

El candidato francés, Estanislao I Leszczynski (cuñado del rey Luis XV, y que ya había sido Rey de Polonia, aunque había sido derrocado), se presenta en oposición del de las potencias alemanas, el elector de Sajonia e hijo de Augusto II, Augusto III de Polonia. La escalada de conflictos entre boyardos polacos conduce a una guerra civil polaca, en la que además continúan los enfrentamientos entre Borbones y Habsburgos, esta vez por el dominio de Italia. 

Polonia pierde toda su influencia, y se sientan las bases para el posterior reparto del país entre Austria, Prusia y Rusia.

Guerra de sucesión austriaca (1740-1748): 

Se trata de una guerra de gran complejidad. El conflicto comienza en realidad en 1739, con la Guerra de la oreja de Jenkins (1739-1741), cuando Inglaterra decide invadir las colonias caribeñas de España. Para ello, fleta la mayor armada conocida hasta el desembarco de Normandía, y decide atacar Cartagena de Indias, donde España le infringe una humillante derrota al enfrentarse unos 3000 defensores a 25000 invasores de la armada inglesa. 

Así, en 1740, a la muerte del emperador austríaco Carlos VI sin descendencia masculina, su hija María Teresa pretende hacer valer sus derechos al trono en virtud de la Pragmática Sanción promulgada por su padre en 1713, que Jorge II de Inglaterra decía respaldar. 

Sin embargo, Prusia deseosa de acabar con el poderío de la Casa de Habsburgo, decide invadir la Silesia.

El conflicto termina en tablas, con María Teresa I en el trono austríaco, (que se separa del Sacro Imperio). España logra reafirmarse como potencia atlántica frente a las pretensiones inglesas. El resto de potencias sólo obtiene compensaciones económicas.


Guerra de los siete años (1756-1763). 

Básicamente, Francia y Austria, temerosas de una Prusia cada vez más poderosa, se enfrentaran contra Inglaterra y Prusia. 

Sin embargo, la guerra adquiere una dimensión colonial, pues se inicia en Norteamérica al entrar en conflicto las colonias francesas del Quebéc francés con las colonias inglesas del Canadá superior y las Trece Colonias; ambas potencias emplearán a nativos americanos en contra unos de otros. 


En las colonias, Inglaterra vence a Francia, obteniendo la mayor parte de las colonias francesas en América (salvo la Luisiana, que había quedado prácticamente al margen del conflicto, y Francia se la cede a España para evitar que caiga en manos inglesas) y la India (comenzando así la conquista inglesa del subcontinente), y se convierte en superpotencia. Francia deja de ser una potencia colonial. 

El conflicto europeo acaba en tablas.